Despertar temprano y pensar...¿que paso esta semana que los días se dieron vuelta?, que la violencia se instaló en mi casa, que todo de pronto volíó a estar patas arriba?
No es mi pareja, ni marido, ni el Sr. de la casa, es la gran pequeña niña de 14 años que lleva la rebeldía como escudo y enarbolado como las mejores de las banderas.
Su compañía : la gente distinta, sus pensamientos: ser libre, la igualdad, todo vale. Mentiras, vagancia, irresponsabilidad. Pantalones bajos, el pucho..el alcohol..la joda.
Tratamientos, psicologos, charlas, promesas, oportunidades, nada de esto sirve ya.
Estoy convencida que estoy invisiblemente acompañada por muchas familias que viven día a día una repetición de mi historia. pero a donde estan?
Creo que en la mayoría de los casos toman al silencio de aliado, pero yo no quiero silencio quiero gritar el dolor que siento, quiero aprender de los que otros me puedan enseñar.
Yo también quiero golpear puertas, tirar sillas, y ser irresponsable, pero desde el día en que el destino me bendijo con ser Mamá, me gritó al oido que me iba a llenar de amor, pero nunca me dijo que iba a serl.
Muchos días, muchas horas siento espectadora de las Juntadas, en la Inten, el Olmos, y una sóla pregunta: Adonde estan los papas de estos chicos? Jamás via nadie.
Hoy escribo sólo estas líneas para ojalá, conocer a las familias invisibles, que sufren el desfíó constante, la desobediencia, las faltas al cole, el enfrentamiento y no sé si mañana tendré que decir los golpes de sus hijos adolescentes.
11.11.2011